PROCESO DE SALAZÓN
En nuestra planta de Palencia, realizamos el proceso inicial de fabricación. Recibimos las mejores piezas, las cuales son clasificadas para realizar posteriormente un proceso de salazón correcto y equilibrado.
Durante unos días, reposan y se aclimatan en cámaras especiales mediante controles estrictos de temperatura y humedad.
Procedemos a marcar con fuego la fecha de fabricación, y a etiquetar pieza a pieza, para así controlar la vejez y la trazabilidad.
Eliminamos mecánicamente restos de sangre que puedan quedar en el interior y luego se someten a un presalado con un poco de sal fina y un masaje, por frotación, que abre los poros de la carne relajando los músculos y preparándoles para recibir la salazón adecuada.
Se introducen las piezas en contenedores de acero inoxidable y recubrimos con una gruesa capa de sal marina. Nuestra maquinaria especial hace que los jamones prácticamente no se toquen con las manos.
Introducimos los depósitos en una cámara de frío controlado y allí permanecerán unos días en función del peso de las piezas. Irán tomando la sal lentamente.
Una vez completado el ciclo, se recuperan los jamones y la sal. Son lavados mediante duchas de agua fría a presión.